El municipio

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A parte de Llamas, forman el municipio las siguientes localidades:

Villaviciosa de la Ribera

Es la población más al Norte del municipio y la que menos habitantes tiene, aportando 100 habitantes al municipio.

El origen del pueblo se remonta probablemente al tiempo de los astures que fueron los habitantes autóctonos de esa región. Al llegar los romanos fundaron en Villaviciosa, no solamente un campamento, sino también un asentamiento de esclavos para que trabajasen esas minas de oro. Las extracciones por parte de los romanos duraron hasta finales del tercer siglo. Esta explotación constituye una de las obras más gigantescas de la antigüedad hispana, no sólo por el esfuerzo físico sino por la alta cualificación tecnológica que demostraron aquellos que lo proyectaron y planificaron. Estas médulas son conocidas popularmente como «Las miédulas» o «Las Médolas»

Su terreno llano y de mediana y buena calidad producía granos, legumbres, lino, frutas y pastos. La cría de ganados, la caza y la pesca contribuían al sustento de sus moradores.

Existe una ermita dedicada a la virgen de la Portería, cuya festividad se celebra el día 13 de Septiembre.


San Román de los Caballeros

Situada al Norte de Llamas y al sur de Villaviciosa tiene una población de 148 habitantes.

Servía de enlace entre las médulas de Villaviciosa y la draga de Santiago del Molinillo, que era donde se extraía las pepitas de oro. San Román tuvo tres épocas históricas brillantes; con los Mudéjares, con los Cistercienses y con los Condes de Luna.

Ha sido un pueblo agrícola, con terrenos de secano y regadío, siendo el lino y los árboles frutales los principales productos agrarios. Si bien, a partir de 1960, el lúpulo se convirtió en la plantación predominante.

Las dos principales festividades que se celebran son: El Patrón, el 18 de Noviembre y el Corpus y Santa Catalina, el primer fin de semana del mes de Julio. Otras dos fiestas que suelen celebrarse son San Isidro, el 15 de Mayo y San Antón, el 17 de Enero. Las tradiciones populares eran muchas, aunque como en todos los pueblos de la zona, actualmente se conservan pocas.

En otros aspectos San Román fue un pueblo adelantado y pionero, pues además de una botica, y baile en la plaza durante la pela del lúpulo a mano, había cine los Domingos y obras de teatro por los difuntos. Fue el primer pueblo de la comarca con concentración parcelaria, agua corriente en las casas y con las calles asfaltadas.


Quintanilla de Sollamas

Situado geográficamente al sur de Llamas, es la localidad que más población aporta al municipio con 337 habitantes.

fotos antiguas 103La procedencia de su nombre no está clara y se barajan varias opciones. Bien podría haber sido la residencia temporal de algún patricio romano o una granja que serviría de abastecimiento a la tropas encargadas de trabajar en las médulas de Villaviciosa. Lo que si está claro es el apelativo de «Sollamas», que es un indicativo de su situación geográfica, en latín «debajo de Llamas».

La localidad tiene dos ermitas, una dedicada a la Piedad y la otra a San Felipe.

En la zona de ocio Quintanilla dispone de una playa fluvial, pista polideportiva, cancha de frontón y de padel, zona recreativa para niños y bares.


Introducción histórica

El municipio de Llamas de la Ribera se asienta en el área de confluencia de los ríos Luna y Omaña. Ambos ríos, separados por la Sierra de la Filera Limita al Norte por los municipios de Las Omañas, al Sur Carrizo de la Ribera, al Este Cimanes del Tejar y Quintana del Castillo al oeste.

Los primeros indicios de asentamiento humano se encuentran en el castro de las “Coronas de Tardepanes”.

Se encuentra este municipio enclavado en el territorio ocupado por el pueblo astur. Dada su proximidad geográfica a la ciudad de Astúrica Augusta, Astorga, es muy probable que fuese la “gens” astur de los Amatos la que tuviese su asentamiento en éstas fértiles vegas dominadas por el castro de Tardepanes.

La organización social astur más básica es la familia. La suma de varias familias formaba una gentilidad (gentilitas). varias gentilidades forman una gente (gens). Un grupo de gentes forman un pueblo, el pueblo astur.

La recogida de frutos salvajes (bellotas, castañas,), la agricultura, la ganadería, la caza y la pesca son la base de su precaria economía de subsistencia, y cuando se producen excedentes se organiza un comercio de trueque.

Pero también explotaron la minería y dominaron la orfebrería. Aunque no cuentan con una gran organización militar, su valentía y su amor a la libertad, hizo que roma tuviese que emplear lo mejor de su potente aparato militar para poder disponer de estas tierras rebosantes de oro.

El pueblos astur, pueblo de escasa vida urbana, se organizaba en pequeños asentamientos llamados castros. Para formar un Castro se elegía un lugar dominante, un promontorio, al que se dotaba de defensas, murallas de piedra o terraplenes de tierra muy inclinados, y dentro se construían una serie de cabañas circulares de piedra techadas con escobas, tapines o paja. El único asentamiento astur al que se puede conceder el reconocimiento de ciudad es, por su estructura, un Castro de mayores proporciones.

El sometimiento, el año 19 a.C., de cántabros y astures, culminó la conquista de la Península Ibérica por roma. Doscientos años hubieron de emplear las legiones romanas en someter a la totalidad de los pueblos hispanos. Y fueron los pueblos que habitaban el noroeste de la península los últimos en ser dominados por las armas.

Razones de estrategia militar, buscando fronteras naturales infranqueables para los enemigos de roma, fueron las exhibidas por Augusto para completar la conquista de Hispania. Pero las tierras rebosantes de oro del noroeste peninsular fue la verdadera causa de que Roma pusiese todo su empeño en asentar en ellas sus campamentos, donde perduraron hasta la caída del imperio.

La presencia romana en el actual término municipal de Llamas de la Ribera queda patente en su toponimia, pero sobre todo, en las cicatrices que la explotación de oro dejó en las médulas de Villaviciosa.

Cuando César Morán recorrió, a principios del presente siglo, la provincia de León, recogió en Villaviciosa una curiosa leyenda titulada el “Rey de las Médulas”. Es esta leyenda la explicación popular a la existencia de los canales que tienen su inicio en las tierras de Ponjos y llegan a su fin en las médulas de Villaviciosa. Aún hoy pueden apreciarse los restos de tres canales que eran imprescindibles para traer el agua con que extraer el oro.

También aquí, en Villaviciosa, mantienen la tradición popular una explicación a la existencia de un elevado número de castaños en su término: las castañas eran el alimento más económico y nutritivo para el sostenimiento del elevado número de esclavos que necesitaban las explotaciones auríferas romanas.Hoy se sigue extrayendo oro en el vecino municipio de Las Omañas.

La rentabilidad de estas explotaciones de oro impuso la creación de una extensa red viaria por la que evacuar los recursos mineros, facilitando la rápida intervención militar, en caso de surgir conflictos. Una calzada romana discurría paralela al río Órbigo cruzando el actual término de Llamas de sur a norte, hasta las inmediaciones de San Román de los Caballeros, donde se dividía en dos ramales. Uno salía del termino en dirección a Secarejo, para continuar en paralelo al río Luna y, salvando el puerto de la Mesa, internarse en Asturias. El otro, pasando por Villaviciosa, discurría paralelo al río Omaña hasta Rioscuro, desde aquí se dividía en varios ramales que facilitaban el paso a Asturias por los puertos de Cerredo, Leitariegos y Somiedo; por el ramal que cruzaba Babia de Este a Oeste, enlazaba en Puente Orugo con el ramal de Luna, facilitando el acceso a los puertos de la Mesa y Ventana. Se unía esta calzada en Hospital de Órbigo a la que unía Astorga con León. En León, campamento permanente de la Legio VII Gemina, enlazaba con la vía que unía el campamento con Italia saliendo de Espaiia por la Junquera.

Buena parte de las actuales carreteras se asientan sobre antiguas calzadas romanas, esto es lo que sucede, en opinión del catedrático Manuel Abilio Rabanal, con la carretera que une Vilaviciosa con Las Omañas.

En “Los Fueros de León”, obra del historiador leonés Justiniano Rodríguez Fernández, conocemos una confirmación que hace en Burgos la infanta doña Blanca, en fecha 15 de julio del 1271, de un fuero que fué dado por su abuelo, el rey Alfonso, y por la reina Elvira al Concejo de Valdellamas (Llamas de la Ribera).

Se establecen los límites de la jurisdicción, y enumera los derechos y deberes de los habitantes del Concejo, así como de los forasteros. Pero lo más importante es que por este documento se concede o confirma al Concejo de Valdellamas jurisdicción propia, libre de señorío, laico o eclesiástico, con la única obligación de pagar como único tributo o impuesto el ‘yantar’ correspondiente a la Corona.

El Concejo de Valdellamas, con cabeza de concejo y capital en Llamas de la Ribera, lo completaban los lugares de: Azadón, las Omañas, Paladín, Pedregal, Quintanilla de Sollamas, San Román, Santiago del Molinillo, Secarejo y Villaroquel.

Pero la riqueza de esta ribera donde la abundancia de agua se sumaba a la fertilidad de la tierra, no podía pasar desapercibida a la codicia de la nobleza.

Desconocemos en que fecha Llamas y su tierra, el Concejo de Valdellamas, dejó de formar parte del patrimonio real para incorporarse al patrimonio señorial, pero el hecho es que sucedió.

En 1354 el Concejo de Valdellamas pertenecía al señorío de don Juan Alfonso de Benavides.

El año 1366 el rey don Enrique II entrega en señorío el Concejo de Valdellamas, junto con otros lugáres, a Juan González de Bazán, señor de La Valduerna. Al casar doña Juana, su hija, con don Pedro Suárez de Quiñones, González de Bazán dona al Quiñones, como dote de este matrimonio, el Concejo de Valdellamas, además de el cillero de Turcia y Armellada, Velilla de la Reina y el castillo de Aguilar. Es así como se incorpora Valdellamas al señorío de los Quiñones, más tarde Condes de Luna.

Pero es en el año 1408 cuando se incorpora definitivamente al patrimonio de la Casa de Quiñones, en cumplimiento de la sentencia real dictada por resolución al litigio que por estos lugares mantuvieron doña Día Sánchez de Benavides, que los reclama como suyos, y don Diego Fernández de Quiñones I, que los hereda de su tío don Pedro Suárez de Quiñones.

Hasta la desaparición de los señoríos, pertenece el Concejo de Valdellamas al Condado de Luna, título concedido a don Diego Fernández de Quiñones II el año 1462 por el rey don Enrique IV.Llegada a su término la administración señorial en España para dar paso a la administración municipal, pasó Llamas a ser cabeza de un amplísimo Ayuntamiento compuesto por los lugares de: Carrizo, la Milla, Huerga, Quiñones, Quintanilla de Sollamas, San Román de los Caballeros, Villanueva de Carrizo y Villaviciosa.

Posteriormente esta extensa jurisdicción administrativa se dividió en los actuales Municipios de Llamas de la Ribera y Carrizo de la Ribera.


Textos extraidos de la página web del Ayuntamiento